La US Navy otorgó a Boeing un contrato de 1.600 millones de dólares para producir los siguientes 11 aviones P-8A Poseidon, 9 de los cuales los incorporará a su flota y 2 a la RAAF (Royal Australian Air Force), que participa en este programa desde 2009. Esto eleva a 128 el número de ejemplares bajo contrato con la Armada estadounidense, además de los 14 en manos de la Real Fuerza Aérea Australiana.
El P-8A es un avión de patrulla marítima antisubmarinos y antisuperficie de largo alcance, crucial para las misiones de recogida de información, vigilancia, reconocimiento y búsqueda y rescate. Desplegado en todo el mundo, hay 103 aviones en servicio que acumulan más de 300.000 horas de vuelo. Cuenta con armamento naval, una arquitectura moderna y abierta de sistemas de misiones y soporte de tipo comercial para reducir costes.
Es actualmente el avión principal con capacidad para detectar y rastrear submarinos. Está modificado para incluir un compartimento para bombas y pilones para armas. Tiene dos puestos de armas en cada ala y puede transportar 129 sonoboyas. También está equipado con sistema de reabastecimiento en vuelo. Como derivado militar del avión de Boeing 737 NG (Next-Generation), la serie anterior a los polémicos MAX, combina el sistema de armamento más avanzado con las ventajas en cuanto a costes de una de las aeronaves comerciales más populares. Ofrece dos variantes: la P-8I, utilizado por la Armada de la India; y el P-8A Poseidon de la US Navy, la RAAF y la RAF (Rotal Air Force) británica y acaba de ser seleccionado por Alemania. Para adquirir los aviones de Boeing, Australia ha recurrido al programa de ventas militares al exterior FMS (Foreign Military Sales) estadounidense.
Fotografía: La Real Fuerza Aérea Australiana adquirió el P-8A “Poseidon” (Foto de Boeing)