Según informes procedentes de Rusia, la Armada de este país está trabajando para equipar sus submarinos, en principio los armados con misiles balísticos que forman el núcleo de su capacidad de disuasión nuclear, con un nuevo equipo de protección de guerra electrónica denominado Burak-M.
Este sistema tiene como objetivo principal anular la capacidad de detección de las sonoboyas, impidiendo que transmitan datos a los aviones de patrulla marítima y helicópteros antisubmarinos o ASW (Anti Submarine Warfare) que las lanzan. Este desarrollo se produce cuando los Estados Unidos, así como sus aliados de la OTAN, han estado intensificando las capacidades ASW, ante la cada vez mayor actividad submarina de la Armada de la Federación de Rusia, especialmente en el Océano Atlántico y la región del Ártico.
El periódico ruso Izvestia informó por primera vez de este desarrollo el pasado13 de marzo, aunque sin aclarar si la Armada rusa ha comenzado a instalar el Burak-M, o si todavía está en fase de desarrollo. Por lo general, en las nomenclaturas de armas de Rusia, una “M” al final es designación de “modernizado”, lo que indicaría que habría un sistema previo designado como Burak que ya estaría en servicio.
El medio ruso explica que el Burak-M funciona flotando en la superficie y luego activando automáticamente su sistema de interferencia, que impide que las sonoboyas transmitan la información que recopilan los sensores acústicos que llevan para localizar el ruido del submarino. Tampoco queda claro cómo los submarinos lanzan el Burak-M, el método más probable es a través de los pequeños tubos que los submarinos tienen para lanzar otras contramedidas, como señuelos acústicos destinados a contrarrestar torpedos de tipo ASW.
El informe tampoco proporciona un alcance aproximado de las capacidades de interferencia del Burak-M y si podría ser capaz de interferir también otros sistemas más allá de las comunicaciones y los enlaces de datos de las sonoboyas. Aunque la capacidad del Burak-M se limitará sólo a bloquear la capacidad de estos pequeños sensores flotantes para comunicarse con los medios aéreos ASW que las lanzan, es una valiosa adición al conjunto de contramedidas disponibles para los submarinos rusos, especialmente a los estratégicos de tipo SLBM (Submarine-Launched Ballistic Missile).
Si bien la Guerra Antisubmarina ha evolucionado considerablemente desde el final de la Segunda Guerra Mundial, las sonoboyas siguen siendo una herramienta clave. Además, los últimos aviones de patrulla marítima Boeing P-8A Poseidon de la US Navy y sus Aliados carecen de un detector de anomalías magnéticas o MAD (Magnetic Anomaly Detector) otro eficaz sistema para la localización de los submarinos, en favor de un sistema de sensor acústico mejorado que incluye sonoboyas.
El MAD se aloja en un carenado, denominado aguijón, en la cola del avión ha sido un clásico en los aviones ASW como en los veterano Lockheed Martin P-3 Orion o el ruso Ilyushin IL-38, aunque modernos aviones, como los dos Airbus Defence & Space (DS) C295 Persuader de la Armada de Chile, están equipados con el sistema. Según el medio ruso, los primeros submarinos que recibirán el Burak-M serán los de tipo SLBM, incluyendo los nuevos del Proyecto 955 Borei y los futuros de la clase Proyecto 955A Borei-A; así como los veteranos del Proyecto 667 BDRM Delfín, conocido como de la clase Delta IV por la OTAN.
Posteriormente dotará a los de ataque de la clase Varshavyanka del Proyecto 636.3, también conocidos por la OTAN como de la clase Kilo-M, los de la clase Lada del Proyecto 677, de la que solo hay uno construido hasta ahora, también podrían dotarse con el Burak-M. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: El submarino SLBM del denominado Proyecto 955 K-550 “Alexander Nevsky”. (Foto: Mil.ru, wikimedia.org)
Marino de los Estados Unidos introduciendo sonoboyas en un P-3 “Orion”. (Foto: US Navy)