Gracias a la iniciativa de los profesionales de la Brigada “Guadarrama” XII, liderados por el sargento primero López, el proyecto de modernización denominado como “Evolución Tortuga” de los carros de combate “Leopardo 2E” del Ejército de Tierra (ET) empieza a ser, tras diseñar e ir implementando hasta un total de 39 mejoras, una auténtica realidad.
Lo primero que destaca en el prototipo de la Evolución Tortuga del carro Leopardo 2E, que pudimos ver en el campo de instrucción de la Base del Goloso (Madrid), es el sistema de rejas que se extiende en los laterales y parte trasera de la barcaza. Este sistema, que también se implementará en la parte delantera y alrededor de la torre, excepto donde está especialmente protegida por el glacis y el mantelete, tiene como principal objetivo servir de protección pasiva ante los proyectiles de carga hueca. Se ha de tener en cuenta el gran desarrollo de los sistemas de lanzacohetes de tipo RPG, que han ido evolucionando hasta el actual y eficaz RPG-29, que genera, además del impacto de carga hueca, temperaturas de hasta 8.000 y 9.000º, en el caso del último sistema ruso puesto a punto, que, desgraciadamente, entre sus usuarios tiene el Estado Islámico. Igualmente las rejillas de protección se han extendido a la óptica, tanto delantera como trasera, a fin de protegerla de eventuales daños.
En la torre destaca, asimismo, la ametralladora de 12,7 mm. sita en la escotilla de cargador, cuyas capacidades han sido aumentadas con una nueva bocacha apagallamas, también diseñada y producida en la Brigada XII, y en su parte superior con un visor holográfico DCL110, de la firma surcoreana DI Optical, que en España es suministrado por TCH Spain. Este sistema consta además de una mira magnificadora de aumentos, que, aunque a simple vista está instalada descentrada, para facilitar al servidor encararla, está diseñada para que se centre, a la que se suma un sistema láser de puntería de la norteamericana Trizm. Este mismo sistema holográfico y el designador puede ser instalado en otros modelos de ametralladoras, como la alemana MG-3, que también emplea el Leopardo 2E, mediante un extendido riel Picatinny.
foto: La protección de rejillas se incrementará en otras partes del carro, como la torre.
El carro usado como prototipo, que lleva el numeral 312 en su torre, además de la insignia de la Brigada Guadarrama XII, y el título RIAC 61, que denota que es uno de los asignados al Regimiento de Infantería Acorazada Alcázar de Toledo nº 61, ha sido o está en vía de incorporar hasta 39 cambios. En concreto el blindado pertenece a la III Compañía, del Batallón Uad-Ras II/61 que manda el teniente coronel Garrido, que tiene como insignia una guerrera tortuga, elegida por las características de protección y que ha determinado el nombre de ésta más que interesante evolución. El principal objetivo de este trabajo de diseño y transformación es aumentar la supervivencia del medio y, sobre todo, de su tripulación. Se ha de tener en cuenta que los carros de combate, o Main Battle Tank (MBT), son los sistemas más importantes y caros de un ejército terrestre.
Sobre todo lo que se debe es preservar es a la tripulación, formada en el caso del Leopardo 2E por cuatro profesionales, no solo por la dolorosa pérdida de vidas humanas, sino por el alto coste y largo plazo de años que cuesta entrenarlos. A efectos de evacuación, ante el riesgo de causar bajas, hablamos de personal prioritario para las Fuerzas Armadas, con un rango bastante similar a los pilotos de aeronaves. Este primer prototipo es fruto de un minucioso estudio de la evolución de los recientes conflictos en los que han intervenido los carros de combate, especialmente en Oriente Medio, y de las circunstancias en las que el Ejército turco perdió varios de sus Leopard 2A4 en la Guerra de Siria. Igualmente, estos profesionales también han analizado otras actuaciones de blindados, como durante el fantasmagórico intento de golpe de Estado acaecido en Turquía en julio de 2016.
A la búsqueda de soluciones
Dichos análisis ha cristalizado en aportaciones de soluciones por el equipo que lidera el sargento primero López, un equipo en el que se integra personal de toda graduación. Hasta nuestro general se manifiesta como uno más en este foro, nos dice el que es actualmente comandante de uno de los Leopardo 2E del RIAC 61, que, a su vez, está integrado en la BRIAC XII. Este militar sabe qué cambios debería incorporar el excelente material que tripula desde hace años para hacerlo más eficaz de cara a afrontar la guerra en zonas urbanas y asimétricas, así como hacer frente a los múltiples avances que se han producido en el armamento anticarro, incluidos los sistemas más artesanales, como los artefactos explosivos improvisados IED (Improvised Explosive Device), que últimamente incorporan carga hueca.
Este proyecto cuenta con el incondicional apoyo de sus mandos, comenzando por el actual jefe de la Brigada, el general Conde de Arjona, que gusta sentirse como uno más, el citado teniente coronel del Uad-Ras, el jefe de la III Compañía, el capitán Palomo, y el teniente Ramón. El equipo, tras contactar con múltiples empresas, consiguió la colaboración de la madrileña ITE, que ha fabricado los primeros juegos de rejas instaladas. Este primer prototipo ha surgido tras un año de esfuerzo y recientemente se ha probado en el Centro Nacional de Adiestramiento (CENAD) de San Gregorio (Zaragoza), demostrando que el nuevo Leopardo es mucho más capaz. Durante ese ejercicio, denominado Frontera Avanzada, que ha sido dirigido por el teniente coronel Ardanaz Ibáñez, jefe de la Plana Mayor del Regimiento Uad-Rass, se ha sometido al Tortuga a múltiples y extremas pruebas para probar las mejoras.
Foto: Detalle de la ametralladora de 12,7 mm., mejorada con un visor holográfico y guía láser.
Además, los cambios incorporados han bajado la firma térmica, en base a unos nuevos deflactores en los escapes del motor y la incorporación de una tela antitérmica. Se añadió un sistema de identificación amigo-enemigo IFF (Identification Friend or Foe), designador láser y cámara en el cañón, nuevos sistemas de visión, filtros y equipos infrarrojos en sus ópticas y un compresor, que se implementarán en una segunda fase. Otras mejoras visibles es una barra soldada en la torre, para evitar los tradicionales cables que se atraviesan para seccionar a los tripulantes que van asomados en las escotillas o torretas. En la parte superior de la torre se ha mejorado la cámara térmica con un sistema de iluminación de infrarrojos.
También es apreciable a simple vista la caja que acoge una nueva cámara situada en la parte final y superior del cañón de 120 mm., principal armamento del carro de combate. La finalidad de este nuevo sensor es asomar solo el cañón en las esquinas de las calles y no exponer el carro entero. Está acompañado de dos sistemas de designación por láser. En la parte inferior se instalará en la segunda fase del prototipo un ariete para el uso en combate en población, con el que derribar obstáculos y hacer butrones en los edificios para el rápido acceso de la infantería de acompañamiento. En esa segunda fase está previsto añadir unas placas de protección de ambas cúpulas/torretas del carro, que les permita actuar evitando al máximo los disparos de los francotiradores.
También se pretende reforzar la parte inferior del blindado con una protección adicional basada en placas de polímeros, que permitirán mantener operativa la escotilla inferior de evacuación del blindado. La idea también incide en la supervivencia de la tripulación en el crucial momento de tener que abandonar el carro, de ser necesario, en un magnifico estudio efectuado por un avanzado usuario, como es el sargento primero López. El proyecto sería posteriormente implementado en la flota de los Leopardo españoles. Buena parte de las mejoras podrán incorporarse a los VCI (Vehículo de Combate de Infantería) Pizarro, que el sargento Lopéz conoce también muy bien, así como a los M-113, lo que aumentará la seguridad de las fuerzas españolas.
Julio Máiz
Revista Defensa número 474, octubre 2017.
