(defensa.com) Desarrollado por Navantia Sistemas y probado con éxito en buques de la Armada Española y de las Marinas de Australia y Venezuela, el SICP (Sistema Integrado de Control de Plataformas) será integrado en el Buque Escuela a Vela BAP Unión, que fue lanzado al mar a finales de 2014 y se encuentra en un 60 por ciento de avance, debiendo ser comisionado por la Marina peruana en octubre de 2015. El objetivo fundamental del SICP consiste en vigilar y controlar los distintos equipos instalados a bordo, exceptuando el Sistema de Combate.El principal propósito en el desarrollo del sistema, que podría considerarse el cerebro del buque, radica en que la información del estado de la Plataforma sea accesible desde cualquier consola. El control de cada servicio se asigna a una única consola y solamente a los usuarios con categoría de Supervisor tienen la capacidad de variar esta asignación.Para asegurar la supervivencia del Sistema se utiliza una arquitectura distribuida (no centralizada) y redundante con igual funcionalidad para todas las consolas de operador.Esta arquitectura permite repartir el control de plataforma entre cualquier combinación de consolas de operador que desee.
Navantia firmaba el pasado mes de enero un acuerdo de colaboración con SIMA, Servicios Industriales de la Marina, astillero propiedad de la Marina de Guerra del Perú. El acuerdo representa un marco para desarrollar la potencial cooperación entre ambas para abordar los planes de renovación y modernización de la flota de la marina de guerra peruana, a partir de la experiencia y capacidades de ambas empresas.La posición actual de Navantia, como astillero militar de vanguardia altamente tecnificado, y con una fuerte especialización en buques sofisticados, sistemas y gestión del ciclo de vida, puede permitir la cooperación para apoyar las capacidades domésticas en una clara fase de expansión y crecimiento, con reconocidos avances y gran apoyo de la marina de guerra peruana. Navantia puede aportar referencias metodológicas y experiencias significativas en estos campos, que pueden permitir asegurar el reto de la capacitación nacional, aliviando plazos e inversiones y reduciendo los riesgos.
Las áreas propuestas de cooperación son muy diversas y el acuerdo está abierto a la incorporación de otras nuevas que sean de mutuo interés. El acuerdo facilita asimismo la consideración de SIMA como un socio estratégico para otras oportunidades comerciales de Navantia en terceros países.La cooperación se puede extender a la propia construcción y actividades de diseño e ingeniería naval, a las actividades de modernización de buques de superficie, al Apoyo al Ciclo de Vida (ACV) de buques y sistemas, tanto civiles como militares y a la colaboración en el diseño, desarrollo e integración de sistemas, complementarios a los programas en curso en el país y en los que Navantia tiene una posición destacada, en áreas como: Sistemas de Control de Plataforma, Navegación y Comunicaciones Integradas; direcciones de tiro y control de armas y apoyo a la integración de sistemas de combate y aplicaciones de Comando y Control.
