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Domingo, 24 de noviembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Retrasada de nuevo la apertura de la fábrica de fusiles de asalto Kalashnikov en Venezuela, la guerra en Ucrania puede ser el motivo

El pasado viernes, 27 de mayo, la compañía estatal rusa Rosoboronexport, informaba a través del director general del consorcio Kaláshnikov, Vladímir Lepin, que los trabajos de construcción de la planta de ensamblaje de fusiles de asalto AK-103 y de la planta que producirá la munición 7,62x39 mm, que se vienen ejecutando desde 2006 en las instalaciones de la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM), en Maracay, no serán concluidos en el segundo semestre de 2022, como informó en agosto de 2021 un representante del consorcio Estatal.

De acuerdo a lo señalado por Lepin ante la agencia de noticias independiente rusa Interfax al preguntarle si este año la fábrica en Venezuela iba a comenzar a fabricar los fusiles, este ha respondido, “No, no se pondrá en marcha, debido a problemas de orden logístico”; A lo que añadió, “tal vez en 2023 podamos fabricar los tan deseados fusiles Kaláshnikov en Venezuela”.

El acuerdo para la construcción de una planta para el ensamblaje de fusiles de asalto AK-103 y de su munición fue suscrito un año después que la nación sudamericana adquiriera, en 2005, unas 100.000 unidades de fusiles de asalto AK-103 Kalashnikov. En ese marco,  la directiva de la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares, en representación del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, suscribió en Moscú un contrato con Rosoboronexport para la construcción de la planta de fusiles de asalto y otra para la producción de su munición.

Se estableció en ese momento su conclusión entre 2009 y 2011, sin embargo ha sido pospuesta por diferentes circunstancias a lo largo de los últimos 16 años, siendo muy probable en esta oportunidad que la guerra que libran Rusia y Ucrania haya obligado a la primera a necesitar muchos más insumos militares con urgencia.

No obstante, se debe igualmente tener en cuenta que el 19 de marzo pasado del presente año, el Ministerio de la Defensa de la India informaba de un acuerdo para la producción de más de 600.000 fusiles de asalto AK-203 Kalashnikov en una nueva fábrica de la compañía Rifles Private Ltd. (fabricante hindú de armas) en la ciudad de Korwa, ubicada al norte de la nación asiática.

Sin embargo la India parece  ahora estar recortando su dependencia de la Federación de Rusia, cancelando un acuerdo de armas de £ 413 que habría suscrito en 2019, y optando por los fusiles de asalto Galil ACE diseñado por Israel. De concretarse su selección, estos serían producidos por la compañía hindú PLR Systems como reemplazo de las armas rusas Kalashnikov en las Fuerzas Militares de la India. (Douglas Bravo, Corresponsal del Grupo Edefa en Venezuela)

Fotografía: Soldado de la Brigada de Infantería de Selva N° 51 del Ejército Bolivariano armado con un fusil de asalto AK-103 con una mira térmica.


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