En repetidas ocasiones nos venimos ocupando de la hipervelocidad como una de las tecnologías verdaderamente disruptivas en el escenario militar actual. Sin embargo el atractivo de la alta velocidad no es exclusivo del sector defensa ya que se mantiene el deseo de desarrollar aeronaves de transporte civil hiperveloces.
Sin embargo este anhelo viene chocando con problemas como un alto consumo de combustible o una eficiencia aerodinámica baja. Por el contrario algunos diseños modernos de plantas propulsoras eficientes y de aeronaves de bajo rozamiento podrían cambiar esta situación.
Con esta premisa se ha puesto en marcha el proyecto internacional HEXAFLY-INT (por High-Speed Experimental Fly Vehicles-INTernational) que contempla la participación de Europa, Rusia, Australia y Brasil, con el apoyo de la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA). El objetivo es desarrollar un planeador o glider hipersónico capaz de alcanzar Mach 8.
Este demostrador deberá estar diseñado para volar a altísima velocidad aprovechando las ondas de choque generadas por su propio vuelo a alta velocidad. Se desarrollará un Vehículo de Pruebas de Vuelo Experimental (Experimental Flight Test Vehicle o EFTV) que será lanzado usando un cohete brasileño. Con un tamaño de 3,29 metros de largo y 1,24 de ancho, el planeador emplea un diseño con morro y alas planas con un rendimiento aerodinámico puesto a prueba recientemente en el centro de investigación italiano Ricerche Aerospaziali.
El programa HEXAFLY pretende crear una plataforma multidisciplinar donde desarrollar tecnologías novedosas que deberán alcanzar un grado de madurez cada vez mayor. Se trabajará sobre seis ejes como son la aerodinámica de alta velocidad, la propulsión necesaria para obtener esta elevada velocidad, materiales y estructuras que resistan elevadas temperaturas, sistemas de control, de guiado y de monitorización que puedan funcionar a altas velocidades o el impacto medioambiental incluyendo análisis de emisiones o formas de reducir la onda acústica.
El demostrador de concepto desarrollado bajo este programa deberá demostrar su diseño eficiente combinado con una capacidad de carga interna, la viabilidad de alcanzar Mach 7 y 8 de forma controlada, el control térmico de la aeronave mediante el empleo de materiales avanzados y el impacto del boom sónico. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Un diseño de concepto para alcanzar Mach 8 (ESA)
Simulación de uno de los desarrollos del programa HEXAFLY (ESA)