(defensa.com) El Centro de Investigación Aerotransportada de Rozas (CIAR), en el que la Xunta de Galicia espera desarrollar un polo tecnológico e industrial en torno a la tecnologías de UAVS o RPAs, ya tiene propuestas de nueve empresas que optan a gestionarlo. Recordemos que la Xunta de Galicia junto al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) están trabajando para convertir el antiguo aeródromo de Rozas en un centro de desarrollo de tecnologías relacionadas con aeronaves no tripuladas.
Según adelantamos en julio, el modelo elegido es el de centro de titularidad compartida entre la Administración del Estado y la de la Xunta que se formalizará mediante una “iniciativa integradora de contratación pública de innovación” para el desarrollo de UAVs y sus tecnologías para aplicaciones civiles. Para ello la Xunta está invirtiendo grandes cantidades en la adecuación de las instalaciones esperando que una empresa privada lo gestione y ceda el uso de las patentes para su gestión pública.
Ahora sabemos que hay nueve propuestas procedentes de empresas privadas en la mesa de la Xunta, concretamente de la Agencia Gallega de Innovación (GAIN). Se trata de Thales Programas (antigua Amper Programas), la estadounidense Boeing Research and Technology, la europea Airbus, la israelí Elbit Systems, el operadora de helicópteros y empresa española de mantenimiento Inaer Helicópteros, el constructor de helicópteros italo-inglés AgustaWestland Spa and Telespazio Ibérica, la empresa española de las tecnologías de la comunicación y la información Indra, el grupo Everis Aeroespacial y Defensa y la Unión Temporal de Empresas Uavs Galicia.
En la actualidad se están realizando obras de adecuación valoradas en 10 millones de euros, a los que se añadirán otros 20 procedentes de la Xunta para equipamiento durante los próximos años. Cuando se elija la empresa entre las ofertas presentadas, esta recibirá otros 25 millones de GAIN con la esperanza de que el Gobierno gallego sea el titular de las patentes que se registren, gestionando su uso gratuito a la par que la empresa desarrolladora podrá comercializarlas. El adjudicado dispondrá de unas instalaciones de última generación donde podrá realizar investigaciones en un área que la Xunta considera de futuro para el sector aeronáutico civil, ya que según el acuerdo entre la Xunta y el INTA se refiere a aplicaciones de uso civil de la tecnología.
Resulta cuando menos llamativo que una administración pública destine esta ingente cantidad de recursos para atraer la presencia industrial privada, que en la mayoría de casos desarrolla por cuenta propia estas tecnologías. El flujo esperado de beneficios en el futuro que ha calculado la Xunta o los beneficios sobre el sector industrial en su conjunto deben ser grandes para compensar esta importante apuesta económica. Recordemos que el aeródromo de Rozas, próximo a Lugo, es de titularidad del INTA y en él se han desarrollado pruebas con vehículos aéreos no tripulados, las más recientes, las del Searcher del Ejército de Tierra, de cara a su certificación para operar en el espacio aéreo civil español. (Jose Mª Navarro Garcia)