La segunda semana de abril, coincidiendo con la realización de Empecinado 2019, se produjo una importante acción por parte del personal del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra (ET) español. Se embaló, en contenedores especiales, diferente equipo, materiales y sistemas que se han trasladado ya a Iraq donde serán empleados por el personal del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) Valencia III que inicia, a principios de mayo, un despliegue que durará seis meses.
Los cometidos que vienen realizando los Equipos Operativos (EO’s) en la Zona de Operaciones iraquí, dentro del despliegue designado Inherent Resolve, incluyen algunas de formación y de acompañamiento a las tropas locales para incidir en que sean capaces de aportar a su país un mayor nivel de Seguridad. Son cometidos con cierto riesgo y para afrontar la próxima misión el MOE desplegará allí un novedoso equipo. Asignado a su Unidad RPAS (Remotely Piloted Aerial Systems), que está encuadrada en el Grupo de Cuartel General, se encuentra ya un sistema aéreo controlado a distancia que es tecnológicamente muy avanzado y ha sido experimentado por su país fabricante en acciones militares relevantes.
El Ministerio de Defensa español adquirió a finales del año pasado a la firma israelí Aeronautics dos sistemas completos del equipo RPAS Orbiter 3, cada uno de ellos formado por tres plataformas aéreas y un sistema de control que facilita al operador manejar con seguridad este significativo medio de vigilancia y observación a distancia. En el caso que nos ocupa, se van a trasladar a ese escenario varios aviones y diversas estaciones de control, lo que permitirá mantener a más de uno de los primeros en vuelo y gestionar la transferencia de una determinada misión entre ellos de forma más precisa y eficiente.
Para incidir en ello, el personal de la Unidad RPAS del MOE que los operará, ha añadido a su preparación técnica para el manejo de ese tipo de medios aéreos un curso específico que se desarrolló hace unos meses y les capacita para el vuelo del Orbiter 3, para el mejor aprovechamiento de su módulo de sensores o para extraer la mejor información de estos últimos, incidiendo esa capacitación en el mantenimiento de primer escalón reforzado del equipo lo que les será especialmente útil en ese escenario concreto. Sabemos que lo van a emplear en diferentes funciones y que añadirán, a la propia de control de la Base donde desplegarán, otras de vigilancia previas a sus desplazamientos y movimientos, para tener una percepción clara de cualquier amenaza que pudiesen encontrarse en su ruta, tanto de personal como de artefactos improvisados.
El peso del sistema, que puede ser fácilmente trasladado en un vehículo hasta el punto desde el que se lanzará -se requiere montar una rampa para ello-, lo sitúa dentro de la categoría small. De sus características sobresale el que puede estar en vuelo siete horas a más de cien kilómetros de su estación de control llevando una carga configurada por un multisensor estabilizado con cámara diurna de zoom continuo, módulo nocturno FLIR (Forward Looking Infrared) y designador láser.
Decir que el Orbiter 3 aportará al personal del MOE un gran potencial en operaciones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, y en acciones en las que se tenga que reaccionar ante una amenaza. Será una experiencia importante en su manejo y operación porque, seguramente, harán con los aviones varios centenares de horas de vuelo. (Octavio Díez Cámara)
Fotografía: El módulo de sensores frontal está estabilizado e incluye tres elementos que lo hacen especialmente útil tanto de día como de noche. (Aeronautics)
·Para su manejo se requiere de una rampa que debe ser montada por sus operadores, aunque sólo se requieren siete minutos para ello. (Aeronautics)
·Por tratarse de un medio impulsado por baterías, este equipo no genera casi ruido y lo hace especialmente discreto. (Aeronautics)
·Este sistema lo operará personal de la Unidad RPAS del Grupo de Cuartel General del MOE español. (Octavio Díez Cámara)