(defensa.com) Uno de los defectos que los críticos achacaban al convertiplano Bell Boeing V-22 Osprey era la carencia de armamento de disparo frontal que le permitiera realizar misiones de ataque o defenderse, necesitando a menudo helicópteros de escolta para realizar sus misiones. Esto podría acabar pronto, ya que en fechas recientes se han estado realizando pruebas para integrar esta capacidad en los Osprey.
Concretamente una de estas aeronaves ha empleado cohetes de 70 mm., tanto los no guiados del tipo Hydra-70, como los guiados Adavanced Precision Kill Weapon System (APKWS) de BAE Systems, además del misil Griffin B de Raytheon. Estas pruebas fueron anunciadas por el fabricante Bell Helicopter el pasado día 8 y han tenido lugar en el campo de pruebas del Ejército estadounidense en Yuma, Arizona.
La evaluación ha sido considerada un éxito y demuestra la capacidad del Osprey para realizar ataques ofensivos con misiones y cohetes. Los ensayos se adelantan a una de las soluciones planteadas para dotar de armamento frontal al Osprey, como era la instalación de una torre triple de 12,70 mm. GAU-19 bajo la cabina. Bell Helicopter comenzó a trabajar en la incorporación de armamento de disparo frontal en el Osprey a mediados de 2013. (J.N.G.)