En El fénix islamista Loretta Napoleoni muestra que, a pesar de que los medios occidentales nos dan una imagen devaluada del Estado Islámico, casi como una banda de matones con una racha de victorias, el auténtico planteamiento de la organización es un nuevo modelo de nacionalismo, transformado las fronteras de países de Oriente Próximo e imponiendo su brutal marca de la sharía.
La idea central del libro es que, en plena crisis existencial de las democracias modernas en nuestro mundo multipolar, y en el escenario de desestabilización de Oriente Próximo, el verdadero reto del Estado Islámico son sus esfuerzos de construcción nacional. De esa forma, independientemente de si el califato logra afianzarse en el futuro como nuevo estado, el nuevo modelo que pone a prueba inspirará inevitablemente a otros grupos armados.
Efectivamente, no es una nueva variedad de terrorismo, sino un fenómeno realmente moderno que irrumpe con fuerza, y de manera efectiva, en el panorama político internacional, dejando obsoletos los viejos modelos de política exterior. En sus páginas afirma que el surgimiento del ISIS y el fenómeno de las revueltas árabes van unidos; son dos respuestas al mismo problema: la corrupción de los dirigentes de Oriente Próximo.
Al contrario que otros fenómenos similares, el Estado Islámico está dirigido por una élite profesional, hace un uso magistral de las nuevas tecnologías, sabe aprovechar las contradicciones occidentales y utiliza un método mucho más efectivo en sus planteamientos políticos. Para Napoleoni, la intervención militar nunca ha servido ni servirá, y defiende –pero no explica- que es necesario un nuevo enfoque pragmático. La estrategia armada está condenada a volverse en contra de quien la patrocine.
Sin embargo, desde mi punto de vista señalo dos observaciones. Primero, que no se ofrecen alternativas realistas para poder abordar los problemas que plantea. Si bien se hace un planteamiento razonable del origen y las circunstancias del Estado Islámico, de las características de la yihad moderna y del salafismo radical –comparado a las invasiones de los mongoles-, El fénix islamista es un producto para una audiencia occidental, confeccionado con un patrón que no se ajusta a la realidad de Oriente Medio. “Educación, conocimiento y comprensión del cambio político contemporáneo” parecen ser la receta para poder hacer frente a quienes pasan a cuchillo a poblaciones enteras de cristianos, chiíes o alauitas -niños incluidos-, en una región que lleva ya cuatro millones de desplazados.
En segundo lugar, aceptando que el planteamiento de intervención armada no es en sí misma la solución, sino que debe de ir acompañado con un planteamiento de diplomacia y desarrollo, el uso de la fuerza sí que será preciso, pues la violentísima realidad de una de las partes del conflicto así lo impone. El cambio político deseado por Napoleoni debe ser “sin derramamiento de sangre y con consenso”, “algo –afirma- que los jóvenes guerreros del teléfono inteligente no han comprendido aún”. Yo creo que sí que lo han comprendido, pero a su manera, y en YouTube está la prueba.
Loretta Napoleoni ha ejercido como corresponsal para periódicos económicos italianos. A principios de los noventa, tras el primer atentado en el World Trade Center de Nueva York, se especializó en terrorismo árabe internacional. Desde entonces, gracias a su trabajo como consultora, ha viajado con asiduidad a Pakistán, Turquía, Irán, Irak, Siria y otros países de Oriente Próximo.
Gabriel Cortina, analista de defensa y política internacional
Ficha técnica
El fénix islamista
Loretta Napoleoni
Editorial Paidós, 2015
143 Páginas
