Hace algunas semanas publicábamos en esta sección el artículo “Bajmut: la batalla más sangrienta…”, trabajo que hoy ampliamos con otro que podríamos titular “Bajmut: la batalla interminable” pues, efectivamente y permítasenos el juego de palabras, se trata de una batalla doblemente dura, dura por la ferocidad de sus combates y dura por lo que dura.
Pero aunque el episodio parece interminable, el desenlace podría estar próximo. Hace tan solo un par de días, el pasado 20 de abril, el diario estadounidense Washington Post publicaba el artículo “Ukraine defended Bakhmut despite US warnings in leaked documents (Ucrania defendió Bajmut a pesar de las advertencias estadounidenses de los documentos filtrados) que apunta en ese sentido. Por su interés hemos traducido algunos de sus párrafos:
Meses después de los terribles avisos de Washington que advertían que Ucrania no podría mantener Bajmut ante la avalancha de mercenarios rusos, las fuerzas ucranianas aún se aferran al sector occidental de la ciudad, en lo que se ha convertido en la lucha más larga y mortífera de la guerra. Los informes de Estados Unidos ya eran sombríos en enero, según han revelado los documentos clasificados oficiosos de la inteligencia de Estados Unidos obtenidos por The Washington Post, que supuestamente fueron filtrados por Jack Teixeira, miembro de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts. Washington advirtió sobre el posible cerco de las fuerzas de Ucrania en Bajmut y sugirió que Kiev debería reducir sus pérdidas y abandonar la ciudad.
Según parece, estos informes fueron seriamente considerados por el mando militar ucraniano, que era partidario de hacer caso a las advertencias americanas y de organizar una prudente y ordenada retirada. Sin embargo la visión política era contraria y precisamente ésta fue la causa que provocó el final del general Moskailov (cesado fulminantemente el pasado 24 de febrero).
Zelensky durante una reciente visita al frente aparece junto a efectivos de las Fuerzas de Defensa Territorial de reciente movilización.
Moskailov que, con notable eficacia, llevaba un año comandando las fuerzas de Dombás (desde el comienzo de la invasión) conocía de primera mano la situación sobre el terreno, era sabedor de los riesgos de cerco que los informes americanos contemplaban y partidario de seguir las indicaciones que éstos hacían sobre la conveniencia del repliegue. El reciente artículo del Washington abunda sobre este tema en los siguientes términos:
Un informe marcado como "ultrasecreto" advirtió que los “constantes” avances rusos desde noviembre "habían puesto en peligro la capacidad de Ucrania para mantener la ciudad", y que las fuerzas ucranianas probablemente ya se encontraban "en riesgo de caer en un cerco, a menos que se retirasen en el plazo de un mes".
El mes pasó muy de largo y, según los últimos informes, las fuerzas ucranianas se encuentran virtualmente cercadas siendo muy difícil, por no decir imposible, tanto su evacuación como su abastecimiento o refuerzo. Dicho esto nos centraremos en analizar las razones y posibles consecuencias de este prolongado y sangriento episodio de combate en zona urbanizada donde la lucha, edificio por edificio, calle por calle, está provocando un colosal desgaste en ambos bandos.
Composición propagandística de la PMC Wagner para la recluta de mercenarios.
La perspectiva ucraniana
Kiev ha convertido Bajmut en un símbolo de resistencia, argumentado que el sacrificio no será en balde por varias razones. En primer lugar el combate en zona urbanizada ofrece grandes ventajas a los ocupantes que pueden aprovechar los edificios en infraestructuras como baluartes defensivos, en estas circunstancias las fuerzas ucranianas estarían en condiciones para infligir graves pérdidas a los atacantes rusos mermando su capacidad de combate de cara a una sobre anunciada contraofensiva. Por otra parte, Kiev también viene considerando de extrema importancia que una posible retirada afectaría seriamente a la moral de la población y fuerzas propias lo que podría provocar un efecto dominó en otras zonas del Dombás.
La perspectiva rusa
Moscú tiene prácticamente las mismas razones para tomar Bajmut pero a la inversa. Por una parte la incesante presión en la ciudad obliga a Kiev a mantener un gran número de unidades en la ciudad y áreas colindantes, fuerzas que también sufren enormes pérdidas. Por otra parte el posible cerco y rendición de una fuerza ucraniana de cierta entidad (se calcula que en el sector occidental de Bajmut pueden quedar alrededor de 20000 efectivos) constituiría una victoria moral de incuestionable relevancia e impacto.
La clave: el desgaste. Bajmut se ha convertido sin duda en la batalla más sangrienta y larga del conflicto y parece que ambas partes han aceptado el “órdago” y asumen un alto grado de degaste con tal de que el del adversario sea aún mayor. Sin embargo en este sentido debemos hacer algunas observaciones que son importantes y, a nuestro juicio, no están siendo debidamente consideradas.
Mapa: Bajmut. Las fuerzas rusas (área sombreada en rojo) están a punto de completar el cerco.
Ucrania, a pesar del apoyo occidental, tiene una limitada capacidad de movilización y los reemplazos de personal comienzan a ser difíciles. Como decíamos en nuestro anterior artículo sobre la batalla en las derruidas calles de Bajmut, se ven cada vez más bandas verdes en los cascos y brazos de los soldados; recordemos que este color distingue a las Fuerzas de Defensa Territorial: unidades de retaguardia, peor instruidas y equipadas y por tanto menos operativas y combativas que las FAU regulares que se identifican con bandas amarillas o azules.
Rusia, ha dejado en manos de los mercenarios de la PMC Wagner el peso de las operaciones en Bajmut. Esta decisión, controvertida y criticada, merece un más profundo análisis desde el punto de vista meramente militar. Dejando aparte consideraciones éticas, muy difíciles de mantener en cualquier guerra y menos en una de carácter fratricida como la que nos ocupa, el empleo de los wagnerianos tiene sus ventajas para el Kremlin. Por una parte estos mercenarios son, en su mayoría, combatientes con experiencia y vocación guerrera, por lo que su rendimiento en combate es notable, pero además se trata de soldados de fortuna caracterizados por su vida azarosa y poco arraigo por lo que sus bajas provocan un menor impacto en la sociedad (este tipo de tropas han sido empleadas desde la antigüedad, siendo las legiones romanas uno de los exponentes más conocidos y antiguos).
Cerramos con una sola y simple conclusión: en la interminable batalla de Bajmut, a la vista de la actual situación, parece que, salvo mayúscula sorpresa, el desenlace está muy próximo: alea iacta est.