La Real Marina británica operará en Gibraltar, la última colonia de Europa, dos patrulleras ligera de última generación, cuya construcción acaba de encargar el Ministerio de Defensa de Reino Unido.
El plan de reequipar a la oficialmente designada como Royal Navy Gibraltar Squadron (RNGS), arrancó en 2018, cuando el Ministerio de Defensa emitió una solicitud de licitación para dotarse de dos patrulleras, que la semana pasada fueron finalmente encargadas. Serán construidos por la empresa Marine Specialized Technology MST Workboats, en Liverpool, el tesoro británico pagará 9,9 millones de libras (unos 10,86 millones de euros) bajo un contrato que incluye 4 años de soporte técnico del material. La construcción de la primera embarcación comenzará este mes, demorando aproximadamente 18 meses en completarse. La primera se entregará en la Roca a fines de 2021 o principios de 2022, mientras que la segunda llegará en la primavera de 2023.
La embarcación de 19 metros de eslora (largo) será impulsada por tres motores diésel Volvo Penta D13-1000. El sistema de inyección de combustible y el turbocompresor de doble entrada pueden generar hasta 1000 hp de potencia que se aplican a tres lanzadores de chorros de agua MJP350, que tienen cucharones de inversión de empuje para una menor distancia de frenado y una mayor maniobrabilidad. Esta potente motorización generará una velocidad máxima de 40 nudos, lo que representa una importante mejora respecto a las dos patrulleras de la Clase “Scimitar”, que hasta el mes pasado eran el principal material del Royal Navy Gibraltar Squadron, que solo podrían alcanzar hasta 32 nudos.
La velocidad adicional mejorará el tiempo de respuesta a lo que los británicos definen como incursiones de navíos españoles (principalmente de la Armada y la Guardia Civil) y les permitirá mantener el ritmo de las embarcaciones de alta velocidad que a veces usan los traficantes de drogas en el área. La nueva nave será capaz de realizar operaciones diurnas y nocturnas y todos los climas y con unas condiciones de mala mar de hasta 6-7.
Se mejorará la posibilidad de portar armamento con el montaje de tres puestos de posicionamiento de ametralladoras, una en la cubierta delantera y dos en la cubierta de popa. En principio montarán las denominadas General Purpose Machine Gun (GPMG) L7A2 de 7,62 mm pero los puestos pueden equiparse también con las más pesadas Browning de 12,70 mm, si es necesario. Los nuevos medios de seguridad navales, que son un poco más grandes que los citados patrulleros ligeros, tendrán una dotación de 6 profesionales del RNGS, además podrán acomodar hasta otra media docena de pasajeros.
Las dos patrulleras de la Clase “Scimitar” ya no están operativas y serán devueltas al Reino Unido, entraron en servicio en el año de 2003. Sus reemplazos temporales, HMS “Dasher” y HMS “Pursuer”, fueron entregados por el mercante “Hurst Point” el 22 de junio. Desde entonces el personal de la RNGS se ha concentrado en el aprendizaje en el “nuevo” material, con ayuda de sus antiguas dotaciones, se ha de tener que estamos ante unidades que son más grandes que las de la Clase “Scimitar”. (Julio Maíz Sanz)
Foto: Imagen digital de cómo serán las nuevas patrulleras de la RNGS. (foto: Royal Navy Gibraltar Squadron).