El Cuerpo de Marines de los Estados Unidos ha sido el último cliente del Pentágono en encargar el vehículo terrestre no tripulado (Unmanned Ground Vehicle o UGV) Centaur de la compañía FLIR tras la selección por parte del Ejército de Tierra y después de la Fuerza Aérea.
La Infantería de Marina ha encargado más de 140 de estos robots para tareas de desactivación de dispositivos explosivos por un importe de 18,6 millones de dólares, equipos que comenzarán a llegar en el tercer trimestre de este año. Este pedido se suma al que realizó el mes pasado la Fuerza Aérea de 200 de estos mismos robots por un importe de 23 millones de dólares y al que hizo el Ejército de Tierra en 2017 en el marco del programa Man Transportable Robotic System Increment II (MTRS Inc II) valorado en más de 150 millones de dólares y que se desarrollará durante varios años.
El Centaur es un UGV de tamaño medio diseñado desde cero en FLIR que aprovechó el desarrollo de Endeavor Robotics, la compañía que se adjudicó inicialmente el programa MTRS Inc II y que luego compró FLIR.
El Centaur está diseñado para tareas de detección, confirmación, identificación y eliminación de dispositivos explosivos improvisados (IEDs por sus siglas en inglés) y objetos peligrosos como munición no detonada. Pesa 72 kilos, tiene un brazo articulado de 1,8 metros de longitud y emplea cámaras electroópticas e infrarrojas, pudiendo adoptar diferentes tipos de accesorios y sistemas de misión para desempeñar otro tipo de misiones incluyendo la detección de amenazas del tipo Nuclear, Biológico, Químico y Radiológico (NBQR) en las que puede por ejemplo subir escaleras.
En los marines, el Centaur se sumará a otros UGV en servicio de FLIR como son el PackBot y el FirstLook. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El Centaur (FLIR)