La tensión que viven las relaciones entre Estados Unidos y Turquía en las últimas fechas vive un nuevo episodio tras saberse que el primero no entrenará nuevos pilotos y personal de mantenimiento turco para el F-35 si Ankara sigue adelante con la adquisición del sistema de defensa antiaérea S-400 de fabricación rusa.
Así lo ha desvelado la agencia de noticias Reuters citando hasta tres fuentes anónimas del Gobierno estadounidense. Estas han informado que incluso se considera dejar de formar al personal turco que ya está en Estados Unidos (cuatro pilotos en formación, dos pilotos instructores y veinte técnicos de mantenimiento) e incluso expulsarlos a finales del próximo mes de julio.
Desde que en 2017 Turquía anunciara la elección del S-400 ruso para su programa de defensa antiaérea T-LORAMIS, las presiones de Estados Unidos sobre Turquía no han cesado para que se paralice la adquisición. El motivo está claro, el S-400 es un sistema de defensa antiaérea de última generación diseñado para detectar y destruir, entre otros, aviones como el F-35 de Lockheed Martin. Estados Unidos considera que Rusia tendría acceso a información crítica sobre el F-35 a través de Turquía, que operaría ambos sistemas.
“Turquía no puede tener ambos sistemas” citaba una de las fuentes consultadas por Reuters, abriendo también la posibilidad de cancelar la medida sobre los pilotos y el personal de mantenimiento si Turquía cancela sus planes. Sin embargo, en fechas recientes tanto el Presidente turco Recep Tayyip Erdogan ni el Ministro de Defensa Hulusi Akar se han pronunciado en referencia al acuerdo ruso, negando cualquier discusión el primero y confirmando el segundo que personal turco ya está en Rusia formándose sobre el S-400.
Estados Unidos habría vuelto a ofrecer el sistema Patriot ofrecido por Raytheon y Lockheed Martin a Turquía como opción al S-400, sistema que como informamos en 2017 quedó en tercer lugar de la licitación original del programa, que primero se adjudicó la empresa China Precision Machinery Import and Export Corporation (CPMIEC) con el HQ-9, una versión del S-300PMU-1 ruso. En segundo lugar se posicionó el SAPM/T de Eurosan, basado en el misil Aster 30, opción que se puso en marcha después de que en 2014 se cancelara el acuerdo con la compañía china.
La participación turca en el F-35 Joint Strike Figher de Lockheed Martin alcanza la adquisición de hasta 100 unidades por un importe aproximado de 9.000 millones de dólares. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El primer F-35 turco (Lockheed Martin)