La US Navy ha detallado que el F/A-18E fue recuperado después de ser localizado en el fondo del mar a una profundidad de unos 9.500 pies (2.896 m). Ahora será llevado a una instalación militar no especificada en la región, que podría la base de Sigonella (Sicilia-Italia), antes de ser transportado de vuelta a los Estados Unidos.
El equipo de salvamento estaba formado por personal de la Task Force 68 de la Sexta Flota, el Mando Supervisor de Salvamento y Buceo o Command Supervisor of Salvage and Diving (SUPSALV), el citado portaaviones, y el Ala de Combate Naval del Atlántico, además de la empresa Maritime Construction Services, que tiene sede en Luxemburgo. Ha sido crucial el concurso del denominado buque multipropósito o Multi-Purpose Vessel (MPV) “Everest”, propiedad de la citada compañía, que finalmente recogía del fondo del Mediterráneo el F/A-18E el pasado 6 de agosto.
El navío de tipo MPV “Everest”, que recuperó el F/A-18E.
Se utilizó un vehículo de recuperación submarina controlado gracias a un cable CURV-21, de los denominados remotamente operados o Remotely Operated Vehicle (ROV), que ayudó a localizar el F/A-18E perdido y acoplar un equipo de recuperación especializado. Después, se enganchó un cable de recuperación desde el “Everest” y se izó el cazabombardero a bordo.
Un marinero sufrió heridas leves, cuando en medio de una tormenta cayó al mar el referido avión de combate, que pertenecía al escuadrón de cazabombarderos o Strike Fighter Squadron 211 (VFA-211), “Fighting Checkmates”, que estaba trincado en la gigantesca cubierta de vuelo del USS “Harry S. Truman”.
El gran, y costoso, esfuerzo de rescatar la aeronave, más que la propia recuperación del avión de combate, aunque sea para canibalizarlo, se realiza para evitar que lo rescate otro país, como sería Rusia o China, y obtenga una importante información tanto del veterano avión y sobre todo de los actualizados sistemas electrónicos; o algún armamento que pudiese estar instalado, en el momento de caer al mar. (Julio Maíz Sanz)