Es realmente toda una excepción que un avión de combate, como es el norteamericano F-16, el mismo año que cumple 50 años de su primer vuelo, siga siendo portada por su activa participación en conflictos como el de Gaza o por su próxima incorporación a la Fuerza Aérea de Ucrania.
El próximo 2 de febrero se cumplirán 50 años del primer vuelo oficial, desde la planta de fabricación de Fort Worth (Texas), del prototipo YF-16 de este ya mítico avión de combate diseñado por General Dynamics. Unos días antes, el 20 de enero de aquel año, durante unas pruebas de rodaje a alta velocidad, una oscilación del control de balanceo provocó que una aleta del misil montado en la punta del ala izquierda y luego el estabilizador derecho rasparan el suelo, y el avión comenzó a desviarse de la pista. El piloto de pruebas, Phil Oestricher, decidió despegar para evitar un posible accidente, tras lo cual aterrizó de forma segura seis minutos después.
En 1979 se entregaron los primeros aviones de serie F-16A a su cliente inicial, la Fuerzas Aérea de Estados Unidos, o United States Air Force (USAF), aunque previamente ya había sido elegido, en el marco del Paris Air Show de junio de 1975, por las 4 naciones europeas que conformaban al European Participation Group (EPG), que firmaron la macro compra conjunta de 348 unidades iniciales, en concreto: 116 para Bélgica, 58 destinados a Dinamarca, 102 por parte de Holanda y Noruega, que se comprometió a comprar 72.
Aquello no fue más que el inició la carrera de éxito comercial del avión de combate occidental más vendido durante la última parte del siglo XX, ya que hasta la fecha se han construido cerca de 4.700 unidades y, lo que es más importante para su futuro, actualmente son 135 los encargados pendientes de entrega a diversas naciones, incluidas Marruecos y Taiwán.
El programa de construcción de General Dynamics pasaría en 1993 a depender de Lockheed Corporation, que cambiaría la designación en 1995 a la actual de Lockheed Martin. La planta de producción, que durante décadas estuvo en la mencionada localidad tejana de Fort Worth, en 2017 se empezó a trasladar a Greenville (Carolina del Sur), un proceso que finalizaría con pleno éxito, con el hito de la salida de dicha planta del primer F-16 Bloque 70 destinado a Baréin en noviembre de 2022.
Por tanto el F-16 está muy lejos de ser historia y, ya desde el año pasado, se habla del proceso en marcha de preparación de los pilotos ucranianos y los efectos de su incorporación a su Fuerza Aérea en la guerra contra Rusia. Estos F-16, proceden de los excedentes de Dinamarca y Holanda, adquiridos en el marco del referido programa EPG, que ambos países están en vías de sustituir totalmente con su sucesor de 5ª generación, el F-35, nos lleva a afirmar que el diseño de General Dynamics de los años setenta se ha convertido en uno de los aviones más demandados en el mercado de segunda mano, incluso por parte de operadores privados.
Una de las claves es que la magnífica célula del F-16 ha admitido múltiples modernizaciones a lo largo de estos 50 años, ya sea en los aparatos en servicio, como en los de nueva construcción, que han ido siendo producidos sin parar este medio siglo cada vez más tecnificados, en lo que en Estados Unidos denominan Bloques. De manera más general, se fue pasando de aquellas primeras versiones, el F-16A (monoplaza) y B (biplaza) a los actualmente en producción F-16V del Bloque 70/72, pasando por la generación intermedia de los F-16C/D, sin contar con múltiples modificaciones locales, como las realizadas conjuntamente por los países de la EPG, Israel, Singapur, etc.
El prototipo YF-16 actualmente expuesto en el Virginia Air and Space Center. (foto De Rtphokie)
Desempeño en combate
Igualmente, su palmarés de combate es espectacular, desde que en el lejano 1981 los primeros F-16A operados por Israel derribaran a un helicóptero Mil Mi-8 y un cazabombardero MiG-21 de la Fuerza Aérea Siria. Al siguiente año, sobre el Líbano, los cazas de este modelo que llevan pintada la estrella de David reclamaban la destrucción en combate aire-aire de otros 44 (la mayoría MiG-23 y MiG-21) aviones sirios. Los de la USAF han derribado 7 aparatos enemigos, en conflictos como el de la liberación de Kuwait, la ex Yugoslavia, más un avión tripulado remotamente iraní en 2009 sobre el espacio aéreo de Irak. Además, en 1999, en dicho conflicto balcánico, uno de los F-16 de la Real Fuerza Aérea de Holanda derribó un MiG-29 serbio.
Tampoco que se quedaron atrás los de la Fuerza Aérea de Pakistán, que derribaron entre 1986 y 1989 al menos 9 aeronaves afganas y 1 soviética en la época de la invasión de la URSS al país de Asía central. Este mismo operador centroasiático también reclamó el derribo de dos aparatos de la Fuerza Aérea de la India en 2019, aunque éstos solo confirman la perdida de uno de sus MiG-21 en los combates aéreos.
Los turcos, tras perder uno de sus F-16 al colisionar en el aire con otro del mimo modelo griego (que también se estrelló), han derribado con este avión de combate, que es la espina dorsal de su Fuerza Aérea, aparatos sirios (4), rusos (1), e incluso un helicóptero de su misma nacionalidad durante el oscuro intento golpe de Estado de 2016.
Los armenios afirmaron que durante el conflicto que les enfrentó a Azerbaiyán en 2020, un F-16 turco derribó uno de sus aviones de ataque Su-25, acción que Ankara desmintió. En 1992, los F-16 de Venezuela, fieles al entonces Gobierno de Carlos Andrés Pérez, derribaron un AT-27 Tucano y 2 OV-10 Broncos del bando bolivariano. A ello se suma durante la pasada década el derribo por parte de pilotos de venezolanos a los mandos de sus ya por entonces antiguos F-16 de varias avionetas y aviones de transporte presumiblemente operados por narcotraficantes. (Julio Maíz)