El desarrollo del futuro bombardero furtivo B-21 Raider, cuyo primer prototipo voló en noviembre de 2023 y que está previsto que alcance un número importante a mediados de la próxima década, va a impulsar las capacidades que tiene la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF, United States Air Force) en futuros conflictos.
La llegada del bombardero B-21, que reemplazará al B-2 Spirit y complementará durante algunos años a los B-52 Stratofortress y B-1B Lancer, que podrían seguir en activo hasta la década de los cuarenta de este siglo, parecía ser revolucionaria. Distintas fuentes de la USAF apostaban por las capacidades sigilosas y estratégicas de ese futuro bombardero e incluso había algunas organizaciones que ya apuntaban que el B-21, del que Northrop Grumman es el contratista principal, se podría llegar a fabricar en un número mucho más importante de los 100 ejemplares inicialmente previstos.
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Sistemas de nuevas tecnologías llegarán a finales de la próxima década para complementar las capacidades de los bombarderos estadounidenses. (Octavio Díez Cámara)
Esa hipótesis, que ha sido sustentada desde diferentes organismos de la USAF en los últimos meses, parece que ahora pierde consistencia. Según unas recientes declaraciones del general David W.Allvin, Jefe de Estado Mayor de la USAF, al Comité de Servicios Armados del Senado, serán 100 los B-21 Raider los que se fabricarán; se abandona, de momento y por lo que ahora conocemos, la idea de llegar a fabricar un número que algunos estipulaban entre 225 y 250 unidades.
Lo que David W.Allvin ha apuntado ya es que la USAF está considerando apostar por nuevas tecnologías que aparecen como más efectivas y que estarían disponibles a tiempo para apostar por ella tras la fabricación de los 100 B-21. De momento, lo que se conoce es que la producción de los Raider de serie podría iniciarse pronto -ya está en marcha la de varios prototipos- y que lo previsto es que se obtengan una decena de aparatos tipo Raider al año cuando la cadena fabril alcance su máxima capacidad, lo que hace prever que no será hasta la mitad de la próxima década, sino a finales, cuando estén todos disponibles en sus unidades de destino.
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La USAF ya plantea un sistema aéreo novedoso para complementar a los futuros B-21 Raider. (USAF)
Sería entonces cuando la USAF apostaría por esas nuevas tecnologías de las que ahora ya se habla oficialmente. Seguramente, como ya se difundió, podría apostarse por una versión del Raider sin pilotos que fuese autónoma en su vuelo y controlada a distancia o también por algún concepto furtivo que fuese más allá de lo que son las capacidades propias de un bombardero especialmente sigiloso.
Plataformas de altísimas velocidades con nuevos sistemas propulsores y obtenidas con nuevos materiales podrían ser lo que la USAF escoja como complemento de los B-21, aunque, de momento, sólo hablan de una nueva y novedosa tecnología; la apuesta de futuro ya está clara y seguramente los avances que puedan ir surgiendo serán tan rápidos que deberá abandonarse el concepto de compra tradicional de sistemas de armas para apostarse por uno más ágil que permita incorporar todas esas evoluciones que van a ir surgiendo y revolucionarán el entorno de la Defensa internacional. (Octavio Díez Cámara)
