Tras las palabras de bienvenida de Francisco Javier Jiménez Leube, Vicerrector de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Universidad Politécnica (UPM) de Madrid, que destacó que “cada vez está más claro que las tecnologías son duales y que tenemos que ir aprovechando las ventajas competitivas que las diferentes tecnologías nos van aportando”, y de Manuel Sierra Castañer, Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación, que incidió en como la UPM de Madrid tiene desde hace muchos años colaboración estrecha con las Fuerzas Armadas y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estados, el General Juste empezó destacando el impacto en el mundo físico del nuevo mundo digital en el que estamos inmersos.
“Las acciones en el mundo digital pueden actuar sobre las voluntades, pueden actuar incluso sobre los sistemas políticos. Y por este motivo, y esta es la reflexión, es vital, es importante que contemos con líderes que conozcan este mundo, el mundo híbrido en el que vivimos”
El General Juste sintetizó en tres las principales características de este mundo híbrido: la hiperconectividad global, la digitalización, que ha conducido a la democratización de la información (con sus ventajas y riesgos) y la evolución de la tecnología, que se vuelca sobre todo en este mundo digital y se acelera con la llegada de la inteligencia artificial.
El Ciberespacio, recordó, es ese espacio global común con cuatro características. La primera de ellas es la ausencia de soberanía, la segunda la debilidad jurídica, la tercera la facilidad de acceso y la cuarta es la dificultad de atribución de las acciones que en él se realizan, “un ámbito con innumerables posibilidades de futuro, pero también con innumerables riesgos de seguridad”.
Pese a ese concepto que recoge la estrategia de Ciberseguridad Nacional del año 2019, el Segundo Comandante del MCCE destacó que el 90% del ciberespacio sí tiene “dueño”, es el sector privado, las empresas. “Desde la fibra óptica que sale de casa hasta el repetidor de telefonía móvil, hasta los servidores de internet, hasta la fibra submarina que conecta continentes, todo pertenece al sector privado. Es decir, a las empresas, no a los Estados. Hemos visto en la historia reciente un caso curioso, cuando Elon Musk compró Twitter, una de las primeras acciones fue expulsar al mismísimo Donald Trump, al presidente de los Estados Unidos de la red, lo echó de su ciberespacio”.
El General Juste explicó que para los militares el ciberespacio es el quinto dominio. Un campo de batalla que asociamos con un ejército. Los cuatro dominios clásicos serían el terrestre, bajo el Ejército de Tierra, el naval, bajo la Armada, el aire y el espacio, bajo el Ejército del Aire y del Espacio, y el quinto dominio es el ciberespacial, que es transversal a todos ellos.
“Cualquier sistema de armas de tierra, mar, aire o espacio lleva una parte de ciberespacio. Con lo cual afecta a todos los otros dominios. La otra característica que lo diferencia de los otros cuatro dominios es que es un dominio artificial. Y como lo ha creado el hombre, el hombre lo puede destruir y lo puede modificar”, destacando en este punto que el arma principal en el dominio del ciberespacio es, paradójicamente, el talento humano.