La lenta agonía del poder aéreo argentino
Luis Piñeiro, 7 de enero de 2016
Frente a la evidente recuperación tecnológica en casi todas las naciones del continente americano, cuyas aeronáuticas castrenses han mejorado mucho, encontramos que la otrora poderosa Fuerza Aérea Argentina, que marcara el rumbo en Américas del Sur en tecnología y operatividad, hoy día se encuentra en un calamitoso estado cercano a la desaparición.
Como un sueño horrible e interminable, la continua merma de las capacidades tácticas y estratégicas ha sido la constante en las últimas décadas, habría que darle la razón a aquellos que dicen que es el costo a pagar por haber desafiado a la pérfida Albión y año tras año, de forma implacable, se fue limitando y destruyendo a todos los componentes que se cubrieron de gloria en la contienda del Atlántico Sur. Con una precisión casi milimétrica, la Fuerza Aérea, la Aviación Naval, la Fuerza de Submarinos y todos lo que significaron un peligro real han visto disminuir sus posibilidades. Si algún lector dijera que somos exagerados podemos mencionar solo algunos ejemplos rápidos, como la pérdida de la capacidad de transporte estratégico con la salida ignominiosa del Escuadrón Boeing 707, que proveía una magnífica y profesional capacidad de transporte y reconocimiento a gran distancia, lo mismo ocurrió con la inteligencia SIGINT con la desaparición de los aviones B707 VR-21 y del L-188 Wawe, que tantos sustos le dieron a la defensa británica de las Islas en la década del noventa, con los continuos vuelos de obtención del espectro radioeléctrico adversario. Lo mismo ocurrió con los helicópteros...
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