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La línea final de producción de los aviones de transporte medios CN235/C295, sita en San Pablo (Sevilla), está finalizando un proceso de actualización que se traducirá en un ahorro de casi un 10% en el número de horas totales incurridas en la construcción de cada avión. Ello permitirá, además, un sustancial recorte de costes y dotar a la línea de una alta flexibilidad ante la fluctuación de la demanda.
“El proceso de actualización de producción permite un ahorro de en torno al 10% de las horas totales del proceso de construcción de cada transporte medio Airbus Defence and Space (DS) C295, lo que redundará en la bajada del coste final”, nos comentaba Jesús García Argüelles, máximo responsable de dicha línea de producción, o FAL (Final Assembly Line), de los aviones light y médium, y director de la factoría de San Pablo desde el pasado mes de mayo.
Una de los principales claves de la actualización de la FAL, que se corresponde con los modelo CN235/C295, es el rebalanceo de la línea de producción y el cambio de las estaciones de producción de su actual disposición a otras nuevas, con el objetivo concreto de reducir costes y poder fabricar más aviones al año. Argüelles nos explica que el nuevo sistema de producción se está poniendo a punto, una vez terminado el proceso industrial de definición, a partir del transporte C295 número de construcción 167, al que pudimos ver junto a otros más en dicha FAL. Así, el takt time de cada fase de construcción se reducirá a ocho días, por lo que, dado que se requieren ocho fases, en unos 50 días se completará uno de dichos aparatos.
Una de las claves del cambio del denominado proceso de rebalanceo de la línea, es que en una primera estación se completa prácticamente el ala, incluida la integración de las dos plantas propulsoras, y la realización de un importante paquete de pruebas antes de su ensamblaje en el fuselaje. Otra de las claves es que estos últimos vienen prácticamente completos desde la cercana planta de Airbus DS de Tablada (Sevilla). Una vez en San Pablo se les monta el conjunto ya casi acabado de las alas, que se llevan al punto donde está el fuselaje integrado mediante un nuevo sistema de eslinga automática universal, con la que se pueden portar diferentes elementos, como las alas o la deriva.
Estamos además ante un innovador proceso que no se realiza en ninguna otra fábrica aeronáutica, según nos explican, que llega en un momento que el que el mercado de aviones de transportes medios está sufriendo una caída de las ventas. Una situación puntual de menor necesidad de estos sistemas, en un mercado cíclico, que afecta igualmente a todos los fabricantes.
Así la FAL del C295, que el año pasado produjo un total de 18 de estos aparatos, este año tiene previsto fabricar un total de 16 para adaptarse a los pedidos. Aunque la línea de aviones light and medium, que hemos visitado, prevé también en 2017-2018 una cadencia similar, es plenamente flexible para aumentar la fabricación de aparatos.
La empresa sigue con interés el desarrollo de los concursos abiertos actualmente por parte de Canadá y la India, y algunos otros clientes, que no se desvelaron, recalcando el viaje que realizó un C295W al subcontinente indio el pasado verano para realizar una demostración, aunque como nos recalcaron se deben de seguir los tiempos que marca este importante potencial cliente.
Durante nuestra visita pudimos ver varios C295 en la citada línea, buena parte con los winglets integrados, dado que, según nos explicaron, el C295W es ahora la versión estándar, si bien algunos antiguos usuarios que realizan segundos pedidos, a efectos de estandarización del mantenimiento, siguen requiriendo la anterior versión que no lleva estas extensiones aerodinámicas en las alas. (Texto y fotografía: Julio Maíz Sanz)
Fotografía de la FAL del C295. (Foto Julio Maíz/defensa.com)
