Con la aprobación por parte de la Corte Suprema de Filipinas, Estados Unidos y este país han formalizado el acuerdo de cooperación que firmaron en 2014 y que contempla el aumento de tropas estadounidenses en el país asiático. En abril de 2014 Barack Obama, firmó en Manila con el presidente filipino, Benigno Aquino, y por un período de diez años, el Acuerdo de Cooperación de Defensa Mejorada (Enhanced Defense Cooperation Agreement o EDCA), que busca el refuerzo de la presencia de tropas estadounidenses en instalaciones militares filipinas. El pacto se circunscribía oficialmente a garantizar la seguridad marítima y la respuesta ante desastres naturales.
Pero tras el acuerdo parece evidente que Estados Unidos intenta frenar el expansionismo de China en la región del Pacífico y contrarrestar su hegemonía. Filipinas es uno de los países que mantiene litigios con China por la titularidad de algunos territorios, como las islas Spratley (“Libertad” en español).
Estados Unidos no va a construir bases nuevas ni a reabrir bases cerradas en 1992, sus efectivos rotarán por cinco instalaciones del Ejército filipino: la base aérea Antonio Bautista, la más próxima a las disputadas islas Spratly, la base aérea Basa, al norte de Manila, la Fort Magsaylay, en Patalyan, la base aérea Lumbia en Mindanao y la Mactan-Ebuen, en Cebú. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Infante de marina estadounidense durante un ejercicio bilateral en la base aérea de Basa, Filipinas en octubre de 2005.