La Agencia de Cooperación en Seguridad y Defensa (DSCA) estadounidense ha anunciado la aprobación por parte del Departamento de Estado de la venta a Japón de tres vehículos aéreos no tripulados (UAVs) RQ-4 Global Hawk Block 30 (I) y equipo asociado por un importe de 1.200 millones de dólares. Queda pendiente la aprobación del Congreso estadounidense, que recibió la comunicación de la DSCA el pasado día 19.
Concretamente se suministrarán 3 vehículos aéreos no tripulados RQ-4 Block 30 (I) Global Hawk con el equipo de sensores integrado mejorado (Enhanced Integrated Sensor Suite o EISS), ocho sistemas de navegación inercial y posicionamiento por satélite Kearfolt (dos por avión y dos repuestos) y otros ocho sistemas de navegación y GPS LN-251 de Northop Grumman (dos dos por avión y dos de repuesto). Se incluye en la venta la evaluación operacional de la plataforma y los sensores, equipos de apoyo en tierra, apoyo a los vuelos de pruebas, equipos de comunicaciones, repuestos, formación de personal y publicaciones técnicas.
Japón anunció en marzo su intención de adquirir estos vehículos no tripulados y aviones de alerta temprana y control (AEW&C) E-2D Advanced Hawkeye también de Northrop Grumman. Con la adquisición de estos equipos Japón mejorará notablemente su capacidad de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR) para monitorizar las amenazas regionales. Dado que los dos sistemas son de fabricación estadounidense, el gobierno japonés y el de Estados Unidos estudiarían la posibilidad de emplear el mecanismo de créditos Foreign Military Sales. La adquisición de estos sistemas estaba prevista dentro del plan de Defensa aprobado por Tokio el año pasado, que se extenderá hasta 2019, valorado en 240.000 millones de dólares.
La venta de estos equipos se beneficia de la posición de Japón como uno de los principales aliados políticos y económicos de Estados Unidos en Asia y en la región del Pacífico, lo que le confiere un importante papel para asegurar la paz y estabilidad de la región. El RQ-4 GlobalHawk es un vehículo aéreo no tripulado (UAV) de la categoría de gran autonomía y altitud (HALE) que Estados Unidos ya opera precisamente en Japón desde 2013. Los ha desplegado para vigilar la zona fronteriza con Corea del norte. Sin embargo, la decisión de llevar estos sistemas desde Guam, donde estaban, hasta Japón habría sido una forma de impulsar la adquisición por parte del país asiático, que los emplearía principalmente para vigilar los movimientos de China en relación a la disputa que sostienen ambos países por las islas Senkaku. Una vez lleguen a Japón podrían ser desplegados en la base de Naha, en Okinawa, previsiblemente junto a los Advanced Hawkeye. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Global Hawk (Northrop Grumman)