¿Escapará el KC-390 de la crisis Brasileña?
Javier Bonilla, 21 de abril de 2016
A estas alturas, tras los varias veces dilatados y negociados plazos de pago, el KC-390 está siendo financiado por la propia Embraer y, quizá, hasta por algunos de sus asociados, en la esperanza de que el mercado internacional decida el destino del avión, mientras la situación política y recesión económica local determinen cuantos y cuando llegarán a la Fuerza Aérea Brasileña. En este marco, sin una asociación privilegiada con uno de los grandes líderes aeroespaciales mundiales, el KC-390 puede pasar a la historia como un excelente avión… testimonial.
Desde el comienzo del proyecto, en 2006, estuvo sujeto a los inestables y frecuentemente fraudulentos avatares de la política de Brasil. Originalmente el programa pretendía ser una iniciativa dual, que atendiese tanto al sector civil como al militar, teniendo como posible primer cliente a la Empresa Brasileña de Correos, que entonces pretendía convertirse en un gran courier sudamericano. Simultáneamente, el affaire que 10 años después desembocaría en el actual juicio político a Dilma Rousseff, se iniciaba, justamente, por sobornos para ganar licitaciones postales, que investigados derivaron en que el principal legislador implicado (Roberto Jefferson) se convirtiera en testigo protegido del llamado escándalo Mensalao. Recordamos cuando informamos en exclusiva en 2013 que uno de sus principales implicados, Henrique Pizzolato, nos denunciaba que, durante su pasaje como representante gubernamental en Embraer, el proyecto con el Correo- dependencia que luego acabaría comprando la mitad de la carguera Río- se frustró por las exigencias ilegales de dinero para apoyarlo por parte de algunos senadores. No obstante,...
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