La realización de estos trabajos ocupará a unos 300 trabajadores, entre personal propio de Navantia y personal de industria auxiliar. En esta ocasión el alcance de la obra será mayor del habitual dado que, además de los trabajos propios de una gran carena, se han incluido otros que gestionaba directamente la Armada o se incluían en contratos distintos, como la adquisición e instalación de los cuadros eléctricos principales del submarino, el suministro de todos los repuestos necesarios para la ejecución de la obra, la compra de las baterías del submarino y el mantenimiento y puesta a punto de los equipos electrónicos del buque. El importe total del presupuesto de esta obra asciende a 42,9 millones de euros en cuatro anualidades.
El Consejo de Ministros aprobaba el pasado mes de mayo el acuerdo que posibilitaba al Ministerio de Defensa la ejecución de los trabajos correspondientes a la cuarta gran carena del submarino, que previsiblemente se prolongue durante un año, y que alargará su vida hasta 2019, a la vez que permitirá a la Armada española afrontar la transición a la nueva clase S-80 con al menos dos sumergibles operativos: el S-74 y el S-82. A finales de abril, el Tramontana salía del agua y entraba en dique seco para iniciar esta profunda revisión y renovación de todos sus equipos y sistemas. Desde entonces permanece a cubierto en las instalaciones de Navantia en Cartagena.