A pesar de los años, el A-10C Thunderbolt II de la Fuerza Aérea estadounidense sigue siendo una muy válida herramienta, buena muestra es su eficaz empleo en algunos de los conflictos actuales, recibiendo para ello nuevo equipo especializado. Además de su rol principal como avión de apoyo próximo a las tropas en tierra, el A-10C es empleado también en operaciones de búsqueda y rescate de combate (Combat Search and Rescue o CSAR) dada su capacidad para volar bajo y durante mucho tiempo en misiones de búsqueda de personal. Para ello debe coordinarse con el personal en tierra, que pueden ser desde pilotos abatidos en zona de combate, paracaidistas de rescate, civiles no combatientes o también comunicarse con quienes actúan como observadores avanzados para el lanzamiento de armas de precisión (Joint Terminal Attack Controller o JTAC).
Por ello se ha decidido instalar en algunos de los A-10C el sistema LARS V12 (Lightweight Airbone Recovery Systems) de la empresa Cubic. El LARS V-12 permite a los pilotos de los A-10C hacer uso de comunicaciones encriptadas, ya sea mediante voz o datos, con el personal en tierra y le ofrece además coordenadas GPS en un terminal para poder mantenerlo localizado. Este tipo de sistemas se instala habitualmente en helicópteros de rescate pero también ha sido empleado por aeronaves de ala fija, habiéndose instalado también en los HC-130J de la Fuerza Aérea estadounidense empleados también en misiones de rescate
La instalación de estos sistemas ha sido llevada a cabo por el 309th Aicraft Maintenance and Regeneration Group (AMARG) de la Fuerza Aérea estadounidense y surge de una solicitud urgente anunciada en agosto del año pasado. Entonces el Air Combat Commnad y la Oficina de Programa A-10 se ponían en contacto con el AMARG sobre la posibilidad de instalar estos equipos en 16 aviones antes de que acabara el año. El AMARG puso en marcha el programa, para lo que se requirieron equipos, instalaciones, personal cualificado, utillaje y los propios equipos. Finalmente la unidad modificó 19 aviones de las bases aéreas de Davis-Monthan y Moody en Georgia.
Un presente asegurado
Recordemos que en noviembre del año pasado la general responsable del Mando de Mantenimiento, Ellen Pawlikowski, aseguró que la línea de mantenimiento de este avión había sido reacondicionada y puesta al día hasta el punto de afirmar que se realiza como otro avión que se mantiene “indefinidamente”. La Secretaria de la Fuerza Aérea estadounidense Deborah Lee James afirmó que se está considerando mantener los aviones en el inventario “más allá de lo planeado”.
Hay en marcha un programa de reemplazo de las alas de los A-10, según un contrato que se adjudicó Boeing por valor de 2.000 millones de dólares y que contempla mantener gran número de los 238 aviones actuales hasta 2028. La mayoría de los trabajos de mantenimiento del Warthog, que es como se conoce oficiosamente al Fairchild A-10 Thunderbolt II se lleva a cabo en la base aérea Hill situada en el estado de Utah.
En febrero del año pasado el secretario de Defensa Ashton Carter anunció que el reemplazo del A-10 por el F-35 se demoraría hasta 2022 después de que la Fuerza Aérea estadounidense lo considere aún un activo válido y efectivo, complejo proceso que venimos siguiendo en defensa.com. Al menos la solicitud de presupuesto de Defensa actual incluye una partida para el mantenimiento de este avión lo que garantiza fondos al menos hasta 2018.
En estos momentos el A-10 está operativo en cuatro escenarios, batiéndose el cobre contra el Daesh, en Europa haciendo frente al despliegue militar ruso, en la Zona Desmilitarizada de Corea del Sur y en Filipinas. (José Mª Navarro García)
Fotografías:
·A-10C
·Trabajos de instalación del sistema LARS en el A-10C (USAF)
·Los A-10C siguen poniéndose al día (USAF)