Thunderbolt A-10, los viejos guerreros nunca mueren
Julio Maíz Sanz, 19 de enero de 2016
La Fuerza Aérea estadounidense ha aparcado, una vez más, su propósito de jubilar los temidos aviones de ataque al suelo Fairchild Republic A-10 Thunderbolt II, más conocidos por su designación popular de Warthog (facocero). Su buen desempeño en la campaña de bombardeos contra el Estado Islámico y las presiones desde el US Army y el Congreso han postergado los planes de jubilación del Pentágono, con el objetivo de ahorrar fondos para destinarlos al programa del cazabombardero F-35…
La paralización de dicha flota quedará así congelada de manera indefinida y así quedará plasmado, según varios medios de Washington, en la próxima propuesta de presupuesto de Defensa, correspondientes al Federal Year 2017, que se presentará el próximo mes para su debate al Congreso de los Estados Unidos. La idea de darlos de baja nunca ha gustado a los principales beneficiarios de las capacidades del aparato, las tropas de tierra, ni al Congreso de los Estados Unidos, de mayoría republicana, siendo muchos los congresistas que se han opuesto frontalmente, como la representante por Arizona, Martha McSally, que llegó al grado de coronel en la USAF y pilotó el aparato durante los años noventa sobre Irak, en el curso de la larga operación Southern Watch. Un historial de éxito El Thunderbolt A-10 fue concebido y desarrollado a finales de los sesenta y principios de los años sesenta, en plena Guerra Fría, cuando Estados Unidos necesitaba un sistema aéreo para hacer frente a un hipotético ataque de las unidades blindadas y motorizadas soviéticas. Ello propició...
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