Partidos de la oposición forzaron una moción de censura al Ministro de Defensa del Perú, Walter Astudillo Chávez, quien el próximo 30 de octubre deberá acudir al Congreso de la República y responder a un total de 13 preguntas relacionadas con el programa de adquisición de aviones de combate de la Fuerza Aérea, la adquisición de los dos Boeing 737NG, los fusiles de asalto IWI Arad 7 de 7,62 x 51 mm. y las capacidades de lucha contraincendios de las Fuerzas Armadas.
Las críticas más severas, partieron de Perú21, un medio de comunicación de escasa circulación, que lanzó una campaña de desinformación en contra de la adquisición aviones de combate para la Fuerza Aérea del Perú, cuestionando no sólo el monto, sino la necesidad de la inversión, apuntando que el Gobierno no tomaba en cuenta que los recursos podrían ser utilizados en la construcción de hospitales o en ampliar las líneas de metro de Lima, e hilando el asunto con la crisis delictiva que afecta al país, acotando en un editorial, de clara intencionalidad política, “que un negociado de este tamaño siempre es sospechoso y, como mínimo un lujo que el país no puede permitirle a la señora presidente”.
El fin de semana pasado, la campaña de desinformación alcanzó un clímax absurdo al publicar un reportaje titulado “Nos quieren hacer el avión” donde indican que la adquisición los 24 F-16/B MLU para la Fuerza Aérea Argentina costó once veces menos de lo que prevé la Fuerza Aérea del Perú por un número similar de cazas.
El reportaje, plagado de errores, incluyó un nuevo editorial en el que se sentenciaba: “Lo que nosotros rechazamos con energía es que una dudosa operación que asciende a 3.500 millones de dólares y que implica, no nos engañemos, una jugosa comisión, en una coyuntura en la que el Perú tiene, marcadamente, otras prioridades”. Ello sin aportar una sola prueba.
Nada que ver con el programa de la Fuerza Aérea Argentina
En relación a la adquisición de los 24 F-16A/B MLU para la Fuerza Aérea Argentina, se trata de naves de segundo uso, fabricadas en 1982, con un promedio de vida de más de 40 años. Es decir, son aviones de combate más antiguos que los Mirage 2000P/DP de la Fuerza Aérea del Perú. El monto exacto de la adquisición, que comenzó a gestarse en 2021 y se concretó en abril de este año, se cifró en 651 millones de dólares: 301 millones por los F-16 y 350 millones por los sistemas de armas, que incluye misiles aire-aire AIM-9L Sidewinder de corto alcance y AIM-120D AMRAAM de medio alcance, así como una completa variedad de misiles aire-superficie, bombas guiadas y pods de designación de blancos.
En cambio, la adquisición prevista por la Fuerza Aérea del Perú es por 24 cazas multirol: 20 monoplazas y 4 biplazas, nuevos de fábrica. En la lista corta, como informamos previamente en defensa.com, se encuentran, de acuerdo al Estudio Definitivo realizado por el Comando de Operaciones (COMOP), el Lockheed-Martin F-16V Block 70, el Saab JAS 39 Grippen y el Dassault Rafael F4.
El monto de la inversión se cifraría en 3.500 millones de dólares, debidamente financiados mediante créditos con el Banco de La Nación y la colocación de Bonos Soberanos a nivel local. Alrededor de 2.000 millones serán con cargos al Presupuesto Nacional de 2025 y el saldo con cargo al del 2026. El paquete incluirá, además de documentación, manuales y publicaciones técnicas, un completo stock de armamento y soporte logístico, y un simulador de vuelo.
En este caso, a diferencia de la adquisición realizada por Argentina, algo que la oposición y ciertos medios parecen desconocer, la adquisición generará, no importa que modelo sea elegido, un Offset sumamente importante que incluirá programas de transferencia tecnológica y cooperación industrial, enfocados al desarrollo de la industria aeronáutica y aeroespacial, de la mano con el sector privado, lo que redundará en beneficios económicos para el país.
